"El texto me pareció divertido, un acercamiento fresco y con sentido del humor al género de desarrollo personal, con bastantes propuestas al respecto: un mundo donde holográficamente podemos seguir disfrutando de modo sensorial (me quedo con curiosidad de cómo será el sexo y el placer ahí), en el que uno no deja de ser quien era en la Tierra sino que es más (al sumársele los recuerdos de vidas anteriores) y puede seguir relacionándose con personas con las que tiene cosas en común, pero a la vez hay otras personas que pueden caerle mal (como le ocurre a Capote con Elis). Esto rompe la clásica idea de que luego somos ángeles, todos buenos y lindos, y aborda el asunto con gracia.
Me parece que se presentan o abren muchos temas que podrían
desarrollarse más, si bien la brevedad del texto no me molesta. Te menciono
algunos de ellos: estamos en una especie de limbo o de dimensión que es
superior a la terrenal pero que es de cierto modo un escalafón a otras
dimensiones: quisiera saber quién más andaba por ahí, en qué ocupan las demás
personas su tiempo (¿todos tienen misiones?), por qué es necesaria la fantasía
de las infusiones, las compras y el aspecto físico en este plano todavía, si
hay otras mentes superiores a la mente-águila, si hay otros "villanos"
que no sean necesariamente los políticos, por qué Helena aprende tan rápido
(¿tiene algún poder especial?), si de verdad es tan fácil pasar del primer
escalafón o si es demasiado precoz su "ascenso" (¿no sería parte del
aprendizaje ser también guía, antes de ya moverse a Andrómeda? ¿No se ha ido
demasiado pronto?) y un largo etcétera. Creo que eliges un tema interesante y
un tono original, que es pedagógico pero no pesado o cargante, aunque corre el
riesgo de quedar un poco superficial.
¡Un abrazo!
Lorena."
Respuestas a Lorena
1) ¿Todos tienen misiones?
La misión de la vida es la evolución: cambiar de un estado de conciencia por medio del aprendizaje —conocimiento—, en Gaia o en Ónix; de forma consciente o inconsciente; por imposición de otros o autoimpuesta; fluidamente o a los golpes; o según el libre albedrío innato de cada cual.
2) ¿Por qué es necesaria la fantasía de las infusiones, las compras y el aspecto físico en este plano todavía?
Porque esas sensaciones crean atmósfera cálida y de cercanía, y de eso se trata narrar una historia: hacer que uno pueda, con la imaginación, vivir en ella. Además, en Ónix también se posee un cuerpo material, mucho más sutil, menos denso que en Gaia, pero con sensaciones incluso más vívidas puesto que es un estado de conciencia en expansión, con sentidos nuevos que en Gaia no se conocen: como los que permiten la telepatía y la teletransportación.
3) ¿Hay otras mentes superiores a la mente-águila?
El universo es una sinfonía mental, y la conciencia en su
evolución, va viajando a través de ella en los diferentes estados de vibración
que va alcanzando. El simbolismo de la mente-águila sugiere un estado superior
a la mente-gato, por las razones que se exponen en la narración. Se supone que,
en los siguientes grados de conciencia, la mente se denominará con otros
símbolos que sugieran sus poderes —no necesariamente serán siempre nombres del
reino animal.
4) ¿Hay otros “villanos” que no sean necesariamente los políticos?
Los “villanos” están en todas partes, pero la clase de villanos a que hace referencia esta historia, es decir: los virus-parásitos del poder, encuentran en las élites políticas y religiosas su caldo de cultivo ideal: el poder es su alimento.
5) ¿Por qué Helena aprende tan rápido (tiene algún poder especial), si de verdad es tan fácil pasar del primer escalafón o si es demasiado precoz su “ascenso” (no sería parte del aprendizaje ser también guía, antes de ya moverse a Andrómeda, no se ha ido demasiado pronto)?
Helena no posee ningún poder especial, esas epifanías o “iluminaciones” súbitas pueden sucederle (¡y suceden!), a cualquiera en su momento. Es lo que ahora llaman salto cuántico.
En Ónix no existen escalafones —como en Gaia—. ya que
tampoco existe el tiempo cronometrado; por lo tanto, cada uno decide con
libertad cuál será su próxima experiencia en el camino de evolución: es el
tiempo eterno. Ser guía es solo una de
las opciones infinitas.
Helena elige marchar a Andrómeda porque Intuye (la
intuición se activa mucho en las mentes-águila), que allí podrá ejercitar las
prerrogativas telepáticas y la transportación, artes de su interés en esa
etapa, y más que nada recuperar sus recuerdos que le son vitales para vivificar
la conciencia. Es probable (esto no aparece en la novela porque para mí
escribir también es un viaje), que ella ya haya estado antes en Andrómeda, y lo
haya olvidado, entonces intuitivamente va hacia ese lugar para que su corazón
le devuelva lo que dejó allí: re-cor-dar: hacer consciente lo que ya sabes. El
recuerdo es eso: viajar a lugares donde ya has estado para volver a sentir lo
que has sentido allí.
6) ¿Por qué será que los seres evolucionados tienen necesidad de arreglar los asuntos de la Tierra?¿No sería el objetivo de la evolución pasar al siguiente plano y desentenderse del anterior?
Esa necesidad (“arreglar asuntos de la tierra”), obedece justamente a su condición de evolucionados. La evolución de un ser humano significa expandir la conciencia a través de la superación de dos aspectos fundamentales que lo integran: mental y sensible.
Ello significa que la superación debe hacerse de forma
integral en los dos aspectos. Supongamos que un ser humano —apelando a su poder
de decisión—, optara por desarrollar al máximo su mente-gato: en estrategias,
sagacidad, rapidez, memoria, etc.; pero no se ocupara en absoluto de su parte
sensible: cada vez que esa parte le acercara una consideración con respecto a
un asunto, o le sugiriera un aspecto en ese campo esa persona la ignorase por
completo. Entonces ese ser humano se convertiría en alguien muy sagaz, hasta
brillante —mentalmente—, pero carente de compasión, empatía y solidaridad con
sus semejantes: justo lo que en la presente novela se define como una Forma o
Virus- Parásito del Poder: un psicópata.
Siguiendo este razonamiento podría surgir la pregunta: ¿Podría alguien optar por superar su aspecto sensible ignorando el mental?
Pero esa opción no es posible debido a que la parte sensible está regida por el corazón y las razones del corazón difieren en esencia a las razones de la mente-gato ya que esta última se alimenta de conceptos y estos tienden a ser estáticos, equivocados, y contaminados de creencias falsas; mientras que las razones del corazón (corazonadas) se nutren de la intuición que es la sabiduría del espíritu (Yo Soy) que se manifiesta a través del inconsciente, voz que no estamos acostumbrados a escuchar justamente porque la mente-gato con su parloteo constante mete mucho ruido (por ese motivo hay que ponerla a dormir).
El ser humano ha depositado su confianza en las razones
contaminadas de su mente. Al ver el resultado obtenido (civilización actual),
es evidente que se necesita un cambio total: Cambiar el nefasto: “Más vale malo
conocido que bueno por conocer”, nos ha llegado la hora de vencer el miedo a la
incertidumbre que es otra de las “razones” falsas con que la humanidad ha sido
inoculada: miedo y culpa, (aquí toda religión y toda enseñanza proveniente de
los Estados, debería decir: ¡presente!, si existiera alguna posibilidad de
autocrítica…, que no existe.
Referencia a “La banalidad del mal” de Hannah Arendt.
Si bien es cierto que la persistencia de los virus en Gaia
se hace posible por la ignorancia de las masas que los alimentan, también en esa ignorancia
pertinaz que ha atrasado la evolución humana, ha existido una intervención
esclavizante de fuerzas oscurantistas, en especial desde los estamentos de
poder (Estados y religiones), que han menoscabado el libre albedrío por medio
de sus dos armas más poderosas: el miedo, y la culpa.
No es el cometido de este escrito desarrollar la teoría
filosófica de Hannah Arendt, solo mencionaré una frase con la que ella engloba
el hacer del ser humano: “vita activa”, refiriéndose a los campos en que se
desarrolla el mismo: biológica, mundana y de pluralidad en libertad (recordemos
aquí su rechazo a toda forma de totalitarismo y pensamiento único: dogmatismos
y fanatismos; en desmedro de la individualidad.
Recordemos también que todo lo que no se mueve, se estanca
(aún el agua cristalina y pura) se pudre y muere, tanto en la biología como en
la psique.
En lenguaje cotidiano lo decía mi abuelita: si no te
mueves: te mueres.
¿A qué viene todo esto?:
A que el hombre
-masa que hace posible la supervivencia de los virus-del poder que lo
esclavizan: No piensa, no hay movimiento ni mental ni sensible ese
estatismo se traduce en indiferencia, o sea: muerte.
Se convierte en un autómata que desarrolla sus movimientos
en base a creencias conceptos anquilosados, donde ni su mente ni sensibilidad
han participado en la elaboración.
Me llama mucho la atención la sorpresa de Hannah Arendt al
asistir al juicio de Eichmann en Jerusalén y encontrarse con una persona
“terriblemente normal”, cuando ella esperaba encontrar un monstruo
maquiavélico; incluso se sorprende al encontrarse frente a una persona de
escasos recursos intelectuales.
Es que la atrocidad a que puede verse impelida cualquier
persona no depende de sus capacidades sino de si está vivo o muerto y la vida
es solo movimiento, si has dejado de moverte: ya sea física, mental o
sensiblemente: estás muerto. Un virus no es más que eso: algo que arrastra una
parte muerta tras de sí.
Si tu mente solo es capaz de mover pensamientos ya
pensados en su interior y su sensibilidad se ha paralizado manteniendo a tu
corazón bloqueado, es lógico que la vida deje de palpitar. Un Zombi sí:
es capaz de cometer cualquier atrocidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario